Reflexión sobre la dimensión ética y disciplina

La disciplina, es la condición esencial para la existencia de toda organización… Consiste en mandar y obedecer dentro de las atribuciones del superior y las obligaciones y deberes del subalterno…
Implica la observancia de las normas y órdenes que consagran el deber profesional y legal” (Art. 53 3-104- 2014) Por su cuenta la disciplina se materializa en saber conciliar dos necesidades de la vida, diametralmente opuestas, de modo que se mantengan en sus justos límites: La de una obediencia puntual, para mantener el orden y trabajo y la de libertad e independencia, propias de la personalidad humana. Entonces sería de comprender que disciplina, en su stricto sensu, es la actitud individual o colectiva que asegura una pronta obediencia a las órdenes y la iniciación de una acción apropiada en ausencia de ellas; también, es de entenderse como un conjunto de leyes y reglamentos que rigen cuerpos, instituciones o profesiones. Así mismo la observancia espartana de esta normatividad, prescindiendo de componentes subjetivos marcados por las conveniencias o compromisos ajenos al cumplimiento de los deberes para con la institución militar y la Patria. A propósito de la disciplina militar,
no es nada distinto al estado de acatamiento y obediencia consciente que existe por su naturaleza en la institución castrense y que se manifiesta como el pronto y voluntarioso cumplimiento de todas las órdenes impartidas y en ausencia de ellas interpretar la voluntad del superior en su alcance
y objetivos. De contera, la ineludible observancia de las leyes y reglamentos establecidos para el Cuerpo de Oficiales de Reserva del Ejército Nacional de Colombia y el acatamiento integral de las órdenes superiores y sus disposiciones. Estos postulados se constituyen en axiomas incontrovertibles e irrefutables, son cardinales y priman como fecundos principios de la actividad en el escenario militar, profesional y social de los POR. En el contexto militar se entiende por disciplina la correlación de derechos y deberes, inevitable sinergia de la voluntad, hacia un fin o propósito determinado: ¡El
cumplimiento del deber…! ¿Cómo se fundamenta la disciplina? En su sólido respeto a la autoridad
legítimamente constituida o por deber que emana de la propia Ley y, entonces el principio abstracto meramente individualista, adquiere carácter social y pasa a ser la base, el punto de partida, la piedra filosofal, la razón de ser y pilar incólume de la existencia de toda institución, independiente de cuál sea su naturaleza. Entonces, ¿que podrá significar la disciplina para el Cuerpo de Oficiales de Reserva del ejército Nacional de Colombia, si no es nada distinto al valor trascendente que marca su existencia y su funcionamiento? Sería inviable la existencia de los POR si al amalgamar los lazos de camaradería y compañerismo al espíritu de cuerpo, no se fusiona el factor disciplinario que envuelve los deberes de
subordinación, respeto, obediencia, abnegación, entrega y sacrificio. La disciplina nunca dejará de ser
factor sensible y sostenible en la institución militar, la evolución trascendental de la vida de la Nación la ha mantenido en forma incólume sobre esa triada que la integran también la obediencia y la subordinación. Los POR sustentamos nuestro esfuerzo de cara al compromiso institucional, fundados cardinalmente en la disciplina militar, la estabilidad y fortaleza de nuestro Cuerpo Orgánico, construido con identidad histórica, sentido estratégico misional y perspectiva con horizonte de futuro a muy largo plazo al servicio de nuestra patria Colombia. Nuestro Ejército Nacional de Colombia, es el que hace perdurable el bicentenario esfuerzo cotidiano de mujeres y hombres, que con desprendimiento
y matizados por el amor patrio, altruismo y filantropía, coadyuvan a la construcción sostenida con
energía, visión y constancia de institución militar. ¡Todo POR la Patria!.