Editorial – 200 Años de la Batalla de Ayacucho

En 2024 se conmemoran 200 años de haberse librado la Batalla de Ayacucho que selló la independencia del Perú. Representó el enfrentamiento final de las guerras de independencia de España en el continente y el final del dominio hispánico en América del Sur. El 9 de diciembre de 1824, en la localidad de Pampa de Quinua, en la provincia de Huamanga en Ayacucho, el Ejército Unido Libertador del Perú, al mando del Mariscal Antonio José de Sucre, derrotó al Ejército Realista dando fin a la Guerra de Independencia del Perú, iniciada en 1820.
La monarquía española experimentaba una crisis, debida a las reformas gubernamentales planteadas por Fernando VII. El Ejército Realista se encontraba debilitado, pues no se habían enviado refuerzos desde España. En Perú la situación política también se encontraba tensa, lo cual favoreció el desenlace
obtenido en la batalla de Ayacucho. El virrey José de la Serna, reunió un grupo de soldados españoles experimentados, y reclutó campesinos para hacer frente al Ejército Libertador, al cual esperaban encontrar desprevenido y desorganizado. A pesar de superarlos en número, el Ejército Realista sufrió la mayor cantidad de pérdidas de vidas y tuvo el mayor número de soldados heridos, lo cual condujo a la rendición de los españoles, a la captura del Virrey y a la capitulación de Ayacucho que representó la independencia del Perú, y más adelante produjo el nacimiento de la república de Bolivia.
El general José María Córdova, en cuyo honor se dio el nombre a la Escuela Militar de Cadetes de Colombia, fue llamado Héroe de Ayacucho por su destacada participación en esa confrontación, en la cual pronunció la arenga que hoy sirve de inspiración para el lema de la Infantería Colombiana:
“Soldados, armas a discreción, de frente, paso de vencedores”. En 1924, con motivo del centenario de la batalla de Ayacucho, el gobierno colombiano organizó un concurso para la realización de un monumento a la batalla, el cual fue hecho en Madrid, España y fue instalado frente a la iglesia de San Agustín en una plaza que desde 1910 llevó el nombre de Ayacucho. El monumento, inaugurado en 1930, en su parte frontal lleva un relieve que describe el momento de la batalla, destacando a los dos principales protagonistas: Sucre y Córdova. El relieve de la parte posterior muestra la capitulación del Ejército Español. Hecho por el escultor Julio González Pola, el monumento se encuentra hoy en el centro histórico de Bogotá, muy cerca del Palacio de Nariño. Es inevitable, al ver la figura destacada del general José María Córdova, a caballo y con su espada en alto, recordar su inolvidable arenga: “Paso de Vencedores”.